1 de noviembre de 2016

NOVIEMBRE - por Muñoz y Cofreces



El pasto crece a horcajadas de minúsculos gusanos y unos peces saltan buscando un calor que viene de más allá. La superficie promete una tormenta de sol mientras llueve tercamente. La variedad de los días impone confusión a los pájaros y a las botánicas. Todo resulta una insinuación más que una promesa. Todo a la expectativa de la convulsión, de la exasperación del verano que atentará contra las cabezas descubiertas. Mientras la paciencia reflexiva del alguacil aguarda una tormenta, la hormiga pergeña su senda, el abejorro merodea y el jején arremete con su siniestro ataque al atardecer. Los calores matizados con agua resultan pegajosos, al igual que la miel, que comienza a chorrear en la higuera. Se aguarda por un jinete de oro, al que se escucha galopar con su incontenible dominio del fuego.


[fuente Cofreces, Muñoz, Tigre, Buenos Aires, Ediciones en Danza, 2010, p. 397]

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