29 de marzo de 2013

Arquitectura sustentable - Con las manos en el barro

Reproducimos un reportaje de Gabriel Litwin y Florencia Gasparetti a Santos, con el objetivo de averiguar más sobre una tendencia de notable importancia desde el punto de vista de la permacultura y que se viene afirmando en el Delta cada vez más en los últimos años: la bioarquitectura. Veamos de qué se trata.

- ¿Cuáles son los métodos que se usan para la construcción con barro en las islas del Delta?

La construcción en barro tiene diferentes métodos de acuerdo con los diferentes ecosistemas en que se lleva a cabo y a partir de los materiales que tenés en el lugar. La isla te da una posibilidad de construir en barro que es mucho más difícil en otros lugares. Eso motiva mucho, dado que tenemos muy buenos materiales naturales para hacerlo. Tenemos siempre a mano un barro arcilloso perfecto para la tarea.
El método que utilizamos acá es tradicional para los ecosistemas de humedales: se denomina bareke (con paja, haciendo los chorizos, encofrado). Para lo que es el relleno de paredes hacemos lo que llamamos “chorizos” y usamos pasto y barro, podés usar arena si querés enriquecerlo. Es lo que más tarda en secar. También hay distintos modos de trabajar la mezcla. Tradicionalmente acá la gente lo deja pudrir al barro con el pasto, aunque eso tarda mucho. Hay muchos métodos que se pueden investigar y probar. Por ejemplo, puede usarse el adobe, pero el problema en la isla son las crecidas del agua, y como el método de secado es lento y progresivo, puede complicarse. También el tema es el sol, porque el secado se produce de la mejor manera a la sombra. Respecto de eso, un compañero está armando un galpón para después ir haciendo ladrillos de adobe.  Hay otro que es el encofrado: se corta la paja, se prepara una barbotina (arcilla líquida), se pone paja del ancho de la pared y después se exprime el líquido y se apisona hasta que va quedando la pared. Además, hay distintas posibilidades: lo mejor es usar pasto, pero cuando se acaba el pasto y no tenés tiempo para ir a buscar podés usar cortadera, que es un poco más incómoda y no tan buena, pero sirve igual. Lo que tiene la isla de apasionante y complejo es que en cada zona es diferente. No es lo mismo una zona en el Angostura o en el Carapachay, con terrenos altos, ya dragados con una tierra más firme que hacer una casa en un pajonal. La casa de barro es pesada, no es lo mismo que hacer una casa de madera. Tenés que tener en consideración muchas cosas que se van aprendiendo de a poco.

- Sobre la posibilidad de que cada uno pueda hacer su casa de barro… ¿cómo es el proceso de aprendizaje para una persona que quiere construir en su terreno en el Delta?

- Mirá, la mejor manera es aprender trabajando en la casa de otro, y después vas a armar la tuya y los otros colaboran. La mejor forma de aprender es en la práctica, metiendo las manos en el barro. Yo aprendí mucho a través de esas experiencias: la mejor manera de aprender es el boca en boca y la participación conjunta.
A mí lo que más me interesa de las casas de barro es la construcción social. Es entre todos. Se utiliza así el enfoque de la permacultura: armar tu casa en un proceso en el que se hallan entramados los vecinos, sin separarse ni aislarse de los otros. Trabajar con los materiales del lugar y con los vecinos. El tema con la casa de barro es que necesita mucha mano de obra. Si bien por el lado de los materiales tiene un costo mínimo, sí se requieren muchas manos en el proceso. Si yo tuviera que haber contratado a la gente para hacer mi casa, me hubiera salido lo mismo que hacer una casa de madera: el costo de los materiales de la casa de madera equivale al costo de mano de obra de la casa de barro. Por eso está bueno lo que se llama la minga, la construcción con gente, que hacemos acá nosotros, con los mismos vecinos. Hoy me toca a mí, viniste vos, vos y vos, yo el día de mañana cuando ustedes se hagan su casa voy a ir porque estoy en deuda con ustedes. Si vos querés hacer tu casa de barro solo, te va a costar un montón. Yo hice esta casa en cuatro-cinco meses porque me ayudaron muchos otros.

- ¿Qué manuales o libros existen a disposición de las personas interesadas en llevar a cabo la arquitectura en barro?

Dentro de los materiales publicados, está el libro mexicano El arquitecto descalzo, que está bien pero es muy general. El que está bueno es el libro de Gernot Minke (Manual de construcción en tierra). Pero si bien hay consejos muy precisos, falta por ejemplo un tutorial que te explique paso por paso. Eso no está disponible por ahora. En este momento no hay un material publicado sobre el tema que esté unificado. Mucho menos algo que se halle orientado al ecosistema del Delta. Tengo entre mis proyectos futuros desarrollar talleres para brindar a los interesados estas herramientas fundamentales. Mientras tanto, de lo que se trata es de participar de este proceso de construcción conjunta e ir ampliando el conocimiento poco a poco.

- ¿Qué cosas fuiste aprendiendo con la práctica?

Lo más interesante de este proceso, como les decía, es que se trata de una construcción colectiva que se va haciendo a partir de la experiencia. Es a partir de hacer casas y ver los resultados que uno va refinando los procesos de construcción. Por ejemplo, las aberturas, la colocación de botellas, la parte de carpintería, todo eso no lo conocía, pero a fuerza de mirar, preguntar, participar, fui perfeccionándome. Otra cosa, por ejemplo, es que respecto de la de madera, la casa de barro es mucho más pesada. Como la casa de barro tiende a ser muy pesada tenés que tener cuidado. Tuvimos experiencias con una casa de barro con mucho movimiento, y en ese proceso aprendimos que la base es fundamental. Son importantes los encadenados, las zapatas, tener zapatas anchas, y tenés que tener buena madera. Hay que tener en cuenta eso, porque generalmente los terrenos son bajos, y la madera que se utiliza es el eucalipto colorado. Quizás no es la madera más indicada, porque lo comprás verde, sin estar bien estacionado, tiende a trabajar, a doblarse, a rajarse. 

- La otra vez yo estuve trabajando en una casa y vimos que salieron hongos en la pared, ¿por qué?

Eso puede ser por la fibra, no sé si está verde o seca. Genera hongos porque la fibra larga como un líquido que al secar deja aire adentro de la pared. Eso es sobre todo por el clima, dado que en momentos húmedos tarda en secar. No es grave. Pero puede pasar que si proliferan los hongos la pared no quede fuerte. Eso lo explica Minke en su libro.

- Contanos de tu experiencia como habitante de la casa de barro

- Por ahora es escasa porque me acabo de venir a vivir a la casa de barro, y no está terminada. Le falta el revoque de afuera, que es fundamental. El revoque grueso que lleva pasto corto finito y ese sí es mejor ponerle arena para que cuando vos lo pasás no agriete tanto. Eso hay que trabajarlo más para obtener mejores resultados. Hay que evitar que se produzcan grietas, dado que ahí se genera aire y con el tiempo va entrando agua y el barro se va deshaciendo. Luego va el revoque fino: mucho más trabajado, se hace una mezcla con arcilla, arena, leche en polvo y aceite de lino, una mezcla muy cremosa, se la filtra y se pasa con la llana o con la mano y queda una terminación como el cemento. Después viene la pintura, que es siempre a la cal, para que no tape la porosidad de la casa de barro. Ese es uno de los principales beneficios de la casa de barro: mantiene la humedad justa, regula la temperatura (fresca en verano y cálida en invierno), tener pasto y barro la hace mucho más térmica. De hecho el mejor invierno que pasé en la isla, que es generalmente muy frío, fue en una casa de barro. Realmente pude comprobar lo que es eso. Con una salamandra vos dormís bárbaro, te levantás a la mañana templado. Más teniendo niños, es fundamental tener un buen aislamiento térmico en la casa.

- ¿Qué otras ventajas tiene la construcción en barro?

La casa de barro es más económica. Es mucho menos contaminante, porque usás los materiales que tenés en el lugar, no tenés traslado, no usás madera, no usás nafta, ni cemento. Además todo es reutilizable y vuelve a la tierra. Por otra parte, yo saqué el barro de un pozo, y ahora estoy sacando de ahí el agua: eso está en el concepto de permacultura. Mientras produzco barro para hacer la casa voy cavando la zanja o haciendo el pozo para el agua: se trata de pensar el proceso de manera integral.
Hay algunos mitos que dicen que son casas débiles y que no duran, se ven como frágiles. Pero hay construcciones en barro en Medio Oriente que tienen más de dos mil años. Además, lo del cemento es una moda reciente. Antes se construía con barro en todos lados. Lo del cemento es un boom del siglo XX, antes las casas de barro eran muy comunes. En los últimos años se está reflotando algo que ya existía en la isla pero se perdió. Acá en el barrio ya tenemos cuatro casas, pero se está expandiendo, en poco tiempo vamos a tener barrios en el delta hechos con casas de barro. La durabilidad es también un factor clave: la casa de barro dura lo que vos quieras que dure. Las casas de cemento pasan sesenta-ochenta años y se deterioran muy rápido. El mantenimiento es importante: el barro puede ser más débil en lo que es la terminación, pero es muy económico el mantenimiento, y eso lo puede hacer cada uno. En cuanto tenés una rajadura, vos te encargás de hacerlo solo con un poquito de barro. Construir en barro es muy económico: si les digo con cuánta plata me hice esta casa no lo pueden creer…

- ¿Cuánto?

- Y yo me gasté $ 12.000-14.000. Mucha madera la saqué yo de acá de la isla. Los recursos están acá, salvo algunos, que tenés que comprar, como el aceite de lino.  Otra ventaja además de lo económico es el hecho de utilizar las manos. Con el cemento olvidate de meter las manos. Con el barro todos pueden meter mano y aplicar la fuerza conjunta en la casa de cada uno. Después pueden trabajar y aportar cualquier tipo de personas: no tienen que estar especialmente calificadas ni ser especialmente fuertes ni hábiles. 


[Fuente: Revista Isleña Marzo 2013]

20 de marzo de 2013

Obras de dragados 2013 - Infraestructura Isleña



El Municipio de Tigre está llevando adelante obras de dragado después de 30 años sin tareas al respecto. En el Río Sarmiento se dragaron más 700.000 metros cúbicos de tierra, mientras que en el río Carapachay se sacará alrededor de 4.000.000.

Se realizó el Dragado de la vía Navegable del Río Sarmiento, desde el Museo de Tigre hasta su confluencia con el Río San Antonio, con una extensión aproximada de 2,4 km., mejorando la seguridad de la navegación de la zona.

El plan de Dragado se dividió en 12 secciones de aproximadamente 200 metros de extensión cada una, ubicándose en orden ascendente desde la Sección 1 ubicada a unos 60 metros del Museo Sarmiento, continuando río arriba hasta la Sección 12 en su  confluencia con el Río San Antonio. Previo al inicio de las tareas de Dragado se construyeron “recintos de contención” para depositar el material extraído del Dragado, siendo este utilizable para relleno de los más de “50 terrenos de vecinos del Municipio” situados en las márgenes del río.

Las dragas, a su vez, rellenan y elevan los terrenos de los frentistas, algo muy costoso si se realiza de manera privada. Asimismo, está proyectado que a partir de esta obra, se autodraguen algunos arroyos chicos adyacentes que hoy por hoy están obstruidos.

Al respecto, el Intendente de Tigre, Sergio Massa expresó: “A pesar del feriado, recorrimos las obras de Dragado. Una obra que los isleños esperaron más de 30 años. Mejoramos de esta manera la vida de los isleños, para que puedan ir a trabajar, para ir al colegio, sin estar pendientes del nivel del río. Esta obra significa la recuperación de terrenos de gente que durante años fue perdiendo de manos del río tierra, de su propia propiedad, además, de darle navegabilidad al delta.

“Estamos terminando la primera etapa y arrancaremos con la segunda. Si tuvieramos que medir en cantidad de camiones lo que significó esta obra, es como si hubiesemos sacado 12 mil camiones de tierra del río o más de veinte canchas de River y los hubiesemos depositado en la isla. La inversión del Municipio sirve para mejorar la calidad de vida de los isleños. Hoy gracias al esfuerzo de los vecinos de Tigre podemos llevar este tipo de obras adelante”, agregó el jefe comunal.

Massa además dijo: “La gente debe disfrutar de manera agradable el delta y entre todas esas cosas darle navegabilidad al río. Si lo podemos hacer lo hacemos, tenemos un compromiso muy fuerte con el delta y con la gente que vive acá y espera que nosotros le demos respuesta. Los más de 4.500.000 y medio de pesos que llevamos invertidos en estos meses de dragado valen la pena porque significan calidad de vida para la gente. Es tiempo de resolver estos problemas, no de discusiones estériles ni especulaciones”.


[Fuente: Municipio de Tigre - Secretaría de Prensa]

6 de marzo de 2013

Agroecología en el Delta - La acidez del suelo


La parte mineral del suelo de nuestro Delta está formado por limo, arcilla y arena fina traídos desde el norte por el río Paraná. Esta parte de origen mineral representa aproximadamente el 97-98% del total del suelo, mientras que el 2-3% restante está constituido por materia orgánica.
Cuando labramos la tierra, lo que hacemos es trabajar sobre los primeros 30 cm de suelo, que es donde se encuentra acumulada la mayor parte de la materia orgánica, por esto hay más nutrientes para las plantas y el suelo es más suelto. En este primer horizonte las proporciones entre limo, arcilla y arena son relativamente parejas, aunque con tendencia a que predomine el limo o la arcilla según la zona.
De estos tres componentes, la arcilla es la más pequeña y tiene lo que se llama “carga electroquímica”, que cuenta con la vital importancia de tener la propiedad de relacionarse de forma activa con ciertos nutrientes del suelo (más adelante veremos cuáles). Por el contrario, el limo (de tamaño mediano) y la arena, hecha de partículas de cuarzo y minerales silicatados, no establecen interacciones directas de importancia con los nutrientes.
Sucede que las partículas de arcilla están formadas por láminas de silicio y aluminio superpuestas entre sí formando estructuras laminares complejas; de esta superposición surgen las cargas electroquímicas negativas que las caracterizan. A su vez, las partículas de arcilla se agrupan entre sí formando pequeños “aglomerados” llamados coloides, lo que potencia aun más las mencionadas cargas negativas.
Ahora bien ¿cuál es la importancia de todo esto? La cuestión es que al estar cargadas negativamente, las partículas de arcilla tienen la capacidad de atraer hacia sí elementos con valencia positiva. Podría decirse que actúan como una especie de imán. Existen tres nutrientes esenciales para las plantas que pueden estar cargados positivamente, estos son el Calcio (Ca), el Potasio (K) y el Magnesio (Mg). Estos nutrientes son atraídos por la arcilla y establecen con ella una relación dinámica de ida y vuelta que ayuda a mantenerlos “retenidos” en el suelo y los deja a su vez a disposición de las plantas. Si no hubiera arcilla la gran mayoría de estos nutrientes se perdería rápidamente. Y es acá donde entra a jugar el otro factor fundamental característico del Delta: la sudestada. Sucede que al inundarse el terreno se genera un proceso de lavado y remoción de parte de esos nutrientes, o sea que existe una considerable pérdida de Potasio, Calcio y Magnesio, lo que afecta inevitablemente la fertilidad del suelo. Afortunadamente la marea también puede aportar cierta cantidad nutrientes y depositarlos en el suelo, además es posible recuperar parte de los minerales “perdidos” si extraemos el barro superficial de las zanjas de drenaje y lo agregamos al compost o si lo colocamos al pie de los árboles frutales, ya que allí quedan acumulados gran parte de los nutrientes arrastrados por el agua durante la crecida.
La acidez del suelo del Delta
Pero eso no es todo, esta situación provoca también otro efecto importante: la acidez característica del suelo de la isla. Lo que ocurre es que al lavarse estos nutrientes, la arcilla queda con parte de sus cargas negativas “libres” y por lo tanto va a tender a recibir en su lugar elementos disponibles con carga positiva. ¿Cuál será este elemento en un lugar inundable como la isla? El que ocupará el lugar “vacante” será el hidrógeno (H+) aportado por el agua, y el resultado de este proceso será un aumento en la concentración de este elemento en el suelo, lo que modifica el potencial Hidrógeno o pH, volviéndolo marcadamente ácido. Es característico del Delta un pH de entre 4,5 y 6 aproximadamente.
En un suelo ácido puede haber problemas en la absorción de ciertos nutrientes por parte de las plantas, como así también una baja en la actividad biológica y un incremento en la población de hongos. Esto último es de particular importancia en un lugar húmedo como el Delta, ya que puede derivar en enfermedades fúngicas para las plantas cultivadas.
Afortunadamente la acidez del suelo puede corregirse sin mayores dificultades, o por lo menos puede equilibrarse hasta llegar a un punto “aceptable” para la mayoría de los cultivos. Existen sustancias llamadas “enmiendas” que pueden aplicarse al suelo para corregir el pH. Para esto es habitual utilizar cal agrícola o carbonato de Calcio (Ca CO3), pero sucede que no siempre es algo que podamos tener a mano y para usarla correctamente es necesario realizar cálculos a partir de información obtenida de un análisis de suelo, lo cual vuelve la cuestión algo más compleja.
Una opción a mano…
Sin embargo en la isla todos tenemos en casa un material que nos puede servir como un buen sustituto a la cal: la ceniza de madera de la salamandra o del fogón, que contiene Potasio y Calcio. En efecto, si esparcimos ceniza sobre el suelo en forma pareja al momento de preparar la tierra una o dos veces al año, estaremos revirtiendo el proceso de acidificación. Esto ocurre porque el Potasio y el Calcio, debido a sus cargas positivas, volverán a ocupar su lugar original junto a las partículas de arcilla, desplazando nuevamente al Hidrógeno y equilibrando así el pH del suelo.
También puede contribuir a este proceso la harina de hueso, que contiene calcio (además de fósforo) y provoca en el suelo una reacción básica, es decir, lo opuesto de ácida. Por otro lado al compost también es un buen regulador de la acidez, ya que tiene un efecto “amortiguador”, aportando nutrientes y materia orgánica, lo que mejora a su vez la estructura y la aireación del suelo.
Como las primaveras vienen siendo particularmente húmedas, con muchas mareas y lluvia, es conveniente esperar a que el suelo pierda el exceso de humedad antes de comenzar a trabajarlo; no es bueno removerlo cuando está todavía mojado. Siempre es mejor retrasar la siembra y preparar bien la tierra antes que intentar adelantarse y sembrar en un suelo mal labrado. ¡Suerte huerteros!
Federico Baglietto
Técnico en Agricultura Orgánica. UBA.

[Fuente: revista Isleña]