23 de enero de 2013

Obras de agua potable en el Delta de Tigre



Ya funcionan en la Escuela nº 8 y en la Escuela nº 9 de la Primera Sección de Islas dos Plantas Potabilizadoras que permiten cada una el acceso a 1500 litros diarios de agua para los alumnos que cumplen jornada completa en la institución. A su vez, el Municipio anuncia nuevas plantas de tratamiento de agua que se instalarán en establecimientos escolares del Delta de Tigre.
La obra contempla una ejecución en dos etapas, que entre ambas superan los 12 millones de pesos de inversión. Comprende de la construcción de Plantas Potabilizadoras Modulares, con sus correspondientes Tomas, Cisternas de Alimentación, Decantador y Clarificador, Planta Potabilizadora, Tratamiento Bacteriológico, Cisternas de Producto, Plantas Lavadoras y Envasadoras, Aducción a Red, Conexiones, Grupos Electrógenos con transferencia automática, grifos dispensadores de agua potable, obra civil complementaria, sistema modular de tratamiento de líquidos cloacales; en inmediaciones de los establecimientos educacionales correspondientes a los Jardines de Infantes y Escuelas Primarias, Medias y Secundarias emplazadas en la zona de islas del distrito de Tigre.
Estas plantas abastecerán por red a los edificios donde funcionan los establecimientos educacionales, y producirán asimismo agua potable que se envasará en condiciones de total asepsia para ser entregada y distribuida a la población de las islas, estableciéndose además tomas públicas para que los habitantes y la población flotante pueda abastecerse de agua segura en los días u horarios no laborales.

Partes del sistema

  1. Toma de agua del río
Se construirá una toma con cañería de hierro con un filtro de acero inoxidable en el extremo, recubierto por una malla metálica conteniendo gravas que operen como prefiltro. En la misma toma se colocarán las acometidas donde inyectarán los oxidantes y coagulantes.

  1. Planta de Tratamiento

  1. Decantador de Sólidos Sedimentales y cámara de floculado, a través de una cuba de admisión que operará como decantador de arenas y cámara de contacto de los oxidantes y coagulantes, a los efectos de abatir la turbiedad natural de las aguas del Delta.
  2. Primera etapa de la Unidad Compacta de Potabilización, compuesta por filtros rápidos de arenas y gravas de distinta granulometría, polímeros, materiales en mantos de distinta granulometría, o cualquier material filtrante apto para tratamiento de agua con fines de abastecimiento humano, que posibiliten la retención de los sólidos en suspensión (coloides) y eliminen la turbidez del agua de río.
  3. Segunda etapa de la planta de filtrado, con mantos de carbóna ctivado, filtros compuestos por polímeros, filtros granulométricos o cualquier otro sistema que cumpla los fines propuestos en esta etapa, de retener las moléculas orgánicas y el cloro.
  4. Post filtrado de filtros cartucho.
  5. Primera etapa de esterilización con Luz Ultravioleta cuya finalidad es abatir la carga biológica, inhibiendo la reproducción de microorganismos.
  6. Módulo de Ionización por electrólisis con Plata, que brinda un efecto residual en la protección ante los microorganismos, o cualquier otro sistema de protección y control bacteriológico que provea efecto residual.

Como elementos de seguridad para asegurar la continuidad del servicio frente a posibles interrupciones en el suministro eléctrico, las plantas se equiparán con generadores y tableros de transferencia automática, que las independice de los problemas energéticos. El equipamiento de las plantas se completa con un biorreactor modular, para el tratamiento de los efluentes cloacales que produzca el sanitario del módulo de potabilización.   

[Fuente: Secretaria de Prensa, Municipio de Tigre]

16 de enero de 2013

Tecnologías de Tratamiento del Agua para el Delta - Gestión de problemas ambientales

La ONG ambientalista IIED-América Latina y el Instituto Nacional del Agua (INA) llevaron adelante en 2011 el Taller “Desafíos ambientales y propuestas innovadoras para la gestión del agua en las islas del Municipio de Tigre”. Lo que sigue es una crónica de lo que sucedió en tal encuentro.

Introducción
Convencidos de que los territorios se piensan, se crean y se recrean colectivamente y de que sólo con la participación de quienes viven y sueñan su ambiente se podrán alcanzar las mejores realidades, se realizó en Tigre un taller sobre potabilización del agua en las islas del Delta. Los objetivos del encuentro fueron dialogar con vecinos y actores sociales preocupados por el presente y futuro de las islas de Tigre, conocer e incorporar sus inquietudes y saberes (teóricos, prácticos y metodológicos), propiciar una reflexión conjunta y generar nuevas ideas orientadas a la solución de los problemas ambientales que aquejan a los habitantes isleños.

Ronda de Presentaciones
Se abrió la ronda de presentaciones de asistentes y organizadores. Entre los vecinos y actores sociales que asistieron, cada uno a su modo involucrados en ciertos saberes y prácticas al respecto, se insistió en lo difícil que es tomar conciencia de la cuestión del agua: hay muchos isleños e isleñas que no le prestan importancia al asunto. Gustavo Pandiella, de la organización IIED, expuso las coordenadas del proyecto: “nosotros trabajamos en el IIED-América Latina, es una ONG con poca gente pero que trabaja en temas ambientales desde hace más de treinta años. Les cuento que estamos co-ejecutando junto al INA (Instituto Nacional del Agua) un proyecto que se llama VIVACE (Servicios vitales y viables para el manejo de recursos naturales en America Latina), que comenzó en 2009 y que se centra sobre la gestión de los recursos ambientales ante todo en agua potable, saneamiento y residuos. Este proyecto, financiado por la Comunidad Europea, desarrolló estudios de caso para Latinoamérica no sólo en Argentina sino también en Mexico, en la zona de Xochimilco, zona lacustre al sur de Mexico DF con características similares al Delta. Este estudio en Mexico lo está llevando a cabo el IMTA (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua). Las contrapartes europeas en juego son instituciones relacionadas con las tecnologías del agua procedentes de Austria, Holanda e Italia”. Según Gustavo, “para el proyecto podíamos elegir cualquier área periurbana de Argentina, y elegimos el Delta porque nos pareció que era un lugar con desafíos apremiantes en torno de la gestión de proyectos ambientales tales como los que nos interesan y era una zona donde no había tanto trabajo hecho en este sentido”.

Exposición de tecnologías disponibles
Acto seguido, Oscar Natale del INA procedió a presentar las diversas tecnologías convencionales para la potabilización del agua, antes de pasar a discutir entre todos las dudas y los problemas de la puesta en práctica en el Delta. Más allá de que el interés primordial de los isleños sea hoy asegurar su abastecimiento de agua potable, el proyecto contempla darle tanta prioridad al tema de tratamiento del agua como al saneamiento. Pero sobre la búsqueda de alternativas para resolver el tema del saneamiento a partir de las condiciones del delta nos ocuparemos en otro número de esta revista.
Entre las tecnologías de tratamiento del agua que se pasan a detallar, no sólo se contemplan alternativas en uso, sino también algunas otras que no están siendo implementadas y que podrían proponerse como posibilidades. En todas ellas hay una descripción, una lista de ventajas y desventajas y una presunción general de los costos asociados a cada una. En el proyecto hemos hecho también una consideración de tres escenarios futuros de lo que podría ser la evolución del delta, y para esos escenarios se trata de proponer cuáles serían las tecnologías más recomendables para cada caso.


T1) Cosecha de agua de lluvia
Descripción:
Consiste en la captura de las precipitaciones en los tejados de las casas y edificios y en el transporte posterior a una unidad de almacenamiento (tanque o cisterna). Esta agua de lluvia recolectada debe ser filtrada y desinfectada con cloro o radiación solar antes de que se pueda utilizar como agua potable. Esta tecnología, combinada con la desinfección mediante radiación solar (SODIS) (T2) se puede emplear para proporcionar agua potable de muy bajo costo ya que sólo requiere una instalación inicial y no exige consumo de energía para bombeo de agua del río. Casi no se utiliza en el Delta.
Ventajas/desventajas:
Una ventaja es la alta calidad físico-química del agua de lluvia en las zonas periurbanas como Delta-Tigre, sin embargo esta fiabilidad de la tecnología depende de las condiciones de la construcción de viviendas y su mantenimiento. Presenta la desventaja del bajo contenido de sales en el agua de lluvia.
De fácil mantenimiento, la demanda de tiempo, sobre todo para las familias más alejadas del continente, es menor al del transporte de pequeña cantidad de agua directamente desde tierra firme.
Costo de instalación: Para casas con 3 personas y 13 L/capita al día: $3821. Tiempo de mantenimiento: limpieza tanque de almacenamiento (6h/año); limpieza de techo (2h/año); limpieza de cañerías (12h/año).




T2) Desinfección de agua por radiación solar SODIS
Descripción:
Esta tecnología se piensa en combinación con la anterior. Se trata de embotellar el agua capturada por precipitaciones y exponerla a los rayos del sol, con un tiempo variable dependiendo de la época del año, pero en general no menos de seis a ocho horas, y en algunos casos un poco más. La desinfección solar (SODIS) es una tecnología de desinfección desarrollada en 1995 por científicos suizos (EWAG) y ampliamente probada en varios países de América Latina. En la Argentina, SODIS fue probado con éxito por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). El agua desinfectada por SODIS (radiación solar de agua embotellada) debe ser consumida en el día del tratamiento. El SODIS se propone como una tecnología de desinfección para las aguas recuperadas por cosecha de lluvia. Por eso requiere que el agua de lluvia sea aceptable para trabajar con una materia prima no muy contaminada desde un punto de vista bacteriológico. El único caso que investigamos acá en el Delta fue en una hostería, para uso personal de los dueños, con resultados razonables.
Ventajas/desventajas:
Esta tecnología no puede desinfectar grandes volúmenes de agua (la estimación diaria per cápita de agua potable, para los hogares del Delta se calculó en 13 litros: 3 litros de agua potable + 10 litros de agua para cocinar). Por otra parte las aguas a tratar no deben tener alto grado de turbidez. La turbidez se mide en Unidades Nefelométricas de Turbidez, o Nefelometric Turbidity Unit (NTU). Para este método se requiere una turbidez del agua menor a 30 NTU, y por eso no se puede aplicar a agua de río. La normalización de esta tecnología es difícil, produciendo variaciones en el rendimiento de desinfección.
Esta tecnología requiere un mínimo de tiempo para operación y mantenimiento. En este sentido habrá un aumento en el tiempo disponible para aquellas familias que suelen transportar agua directamente desde tierra firme.
Costo:
Nulo



T3) Agua potable embotellada
Descripción:
Es la tecnología más frecuentemente usada en el Delta. Es una alternativa relevante y práctica, sobre todo para aquel que no vive en forma permanente. Se asume que este ejemplo es conocido. La fuente es la red de agua potable del Tigre, controlada en forma sistemática por el proveedor del agua a la red, y el transporte del agua es el bidón que cada uno compra o lleva para cargar, lo cual implica desde ya que ese bidón esté lo suficientemente limpio. El agua potable de la red de abastecimiento de agua del continente se embotella (bidones de 20 litros) y es distribuida por un servicio de barcos a las familias isleñas. Algunos vecinos llenan sus propios receptores en el continente a partir de una serie de canillas públicas situadas en la estación fluvial, en los muelles del isleño o en guarderías en el continente. Este sistema es hoy en día el principal suministro de agua potable para las familias del Delta.
Ventajas y desventajas:
El agua de la red continental de abastecimiento cumple con los estándares del Código Alimentario, pero hay que considerar las condiciones de higiene de los bidones que se utilizan para su traslado. El sistema de entrega a domicilio no implica tiempo sino un costo de $2 por bidón de 20 litros. La recolección particular demanda tiempo y dinero que dependerá de la mayor o menor distancia que exista entre los hogares y la fuente de acceso del recurso.
Costo anual:
Para una casa con tres personas es de $ 1450 (2 bidones de 20 litros por día).




T4), T5) y T6)
Las opciones que siguen contemplan no solamente la necesidad de tipo familiar, sino los requerimientos de escuelas, hosterías, restaurantes que hay en el delta y que tienen una cantidad de personas que varía entre 20 y 500. Al entrar en el ámbito de aplicación de estas instituciones aparecen dentro de las propuestas ya analizadas alternativas más complejas desde el punto de vista tecnológico, en tanto son plantas de potabilización que requieren una operación y mantenimiento sistemáticos por parte de técnicos que deben estar disponibles para tales tareas. De allí que hay no sólo costos de instalación más importantes, sino costos de mantenimiento de otra magnitud. Algo típico de los sistemas periurbanos y que está presente en el proyecto, es que en muchos casos se trata de situaciones descentralizadas. Pero incluso dentro de alternativas descentralizadas para instituciones, hay cierta necesidad a veces de incorporar una planta un poquito más importante. Hemos pensado para ello en plantas de potabilización convencionales pero compactas, que son las que se fabrican en el continente, se transportan y se instalan.

T4) Agua de río tratada - Planta compacta / Coagulación, sedimentación, filtración, cloración

Descripción:
Los procesos involucrados son los convencionales de potabilización, pero se encuentran montados en una unidad transportable. La complejidad de esta tecnología demanda ser operada por técnicos capacitados, lo que no permite generalizar su uso en el hogar y en instituciones pequeñas. Propuesta para instituciones (escuelas y unidades turísticas) medianas y grandes.
Ventajas / desventajas:
Alta disponibilidad y abundancia de agua de río. Esta tecnología proporciona un alto rendimiento confiable y de calidad del agua tratada. Su mayor desventaja es el precio de inversión y mantenimiento y sus dimensiones, que necesitan un lugar considerable. Esta tecnología requiere de personal técnico permanente que se ocupe de la operación y el mantenimiento.
Costos:
Inversión: $ 210.158 (50 m3/día. Pob.: 500), Operación y mantenimiento: $102.756/año






T5) Agua del río tratada - Electro-coagulación, microfiltración y desinfección
Descripción:
Se toma agua de río y se la trata mediante un proceso de electrocoagulación, que puede ser definido como la desestabilización de especies químicas suspendidas o disueltas presentes en una solución, producto de la aplicación de una diferencia de potencial eléctrico en la solución de agua a tratar. Se llama “electrocoagulación” porque la corriente eléctrica, a través de la electrólisis, aporta en este caso el aluminio como coagulante de las turbideces (llamadas coloides).
En este caso, se concentra la atención en el componente de coagulación, pero en realidad eso constituye una etapa del proceso de potabilización convencional, que siempre va a necesitar de una posterior filtración y va a terminar en una desinfección, que puede ser química (por cloración) o física (por exposición a rayos ultravioleta). Pareciera que en el delta existe un desarrollo de estas plantas que incluye no sólo unidades familiares como también provisión de forma incipiente a instituciones como las nº 8 y la nº 9. Para esas situaciones hemos hecho también la evaluación no solo para las que operan a nivel familiar sino también a nivel institucional como las escuelas. Estas pequeñas plantas de tratamiento de agua de río de uso familiar e institucional han demostrado ser medianamente eficaces para reducir la turbidez del agua superficial del Delta de Tigre. La electro-coagulación, utilizando electrodos de aluminio. es una alternativa al proceso convencional que emplea coagulantes químicos como el sulfato de aluminio. El ánodo de aluminio provee el coagulante al producirse la electrólisis por la acción de la corriente eléctrica.
Existen dos proveedores de tecnología de electrocoagulación identificados en esta área y que además brindan un mantenimiento periódico de estas plantas Actualmente, el agua tratada de río se utiliza para el lavado y para cocinar la comida, pero esta agua no está aún cubriendo la demanda de agua potable de consumo humano.
Ventajas / desventajas.
En comparación con el sistema de coagulación convencional, esta tecnología proporciona una reducción de químicos (1/10) y menor cantidad de formación de lodos. Esta tecnología aumenta el tiempo libre del usuario en comparación con el actual sistema de suministro de agua (recolección de agua embotellada).
Costos:
Para hogares (Población: 3): Costo de instalación $55472, Operación y mantenimiento: $8913/año. Para instituciones/escuelas (Población: 40): Costo de instalación: $112800; Operación y mantenimiento: $ 14817/año.




T6) Agua subterránea tratada: Osmosis Inversa
Descripción:
Es un tratamiento de desalinización de agua subterránea. El agua subterránea en el Delta es salobre, dentro de un rango de salinidad de 5000-1000 mg /L, de manera que, a efectos de ser utilizada como una fuente de agua potable, debe ser desalinizada. La ósmosis inversa se basa en el proceso de ósmosis que es un fenómeno natural por el cual dos soluciones de diferente concentración salina en contacto a través de una membrana semi-permeable tienden a igualar sus concentraciones. En el proceso de ósmosis inversa la solución con mayor concentración salina se concentra por la eliminación del agua que pasa a través de la membrana debido a la acción de una presión externa que se opone a la presión osmótica. Algunos isleños también emplean sistemas de ósmosis inversa como una etapa de tratamiento final para el agua de rio. De todas maneras, la alternativa considerada en el proyecto corresponde a una unidad familiar tratando agua subterránea.
Ventajas / desventajas:
Esta tecnología tiene la capacidad de eliminar, además de las sales disueltas en sustancias tóxicas (metales y compuestos orgánicos), las partículas (pre-tratamiento) y microorganismos. En el caso del Delta de Tigre, aprovecha las características estables de calidad de las aguas subterráneas. La operación produce la eliminación completa del contenido de sales en el agua, lo que requiere el uso de sal adicional en la comida, a fin de satisfacer necesidades dietéticas recomendadas para consumo humano.
Costos:
Instalación familiar (Pob: 3): $48300, Operación y mantenimiento: $4571/año.





T7) Conexión a la red continental de abastecimiento de agua
A diferencia de las anteriores tecnologías, que se plantean de manera descentralizada, esta alternativa contempla la centralización. Se trata de la conexión de un número limitado de los habitantes del Delta a la red de agua de Tigre. En el marco de esta posibilidad, se proveería a los que están ubicados próximos al continente, por una cuestión de concentración de población y de cercanía de la red de Tigre: 1723 viviendas y alrededor de 5135 habitantes, incluyendo instituciones dentro de la zona de proximidad. La materia prima es agua tratada que viene de la planta potabilizadora “Paraná de las Palmas”, sobre el río Luján, que está ahora en expansión. Suponiendo que haya un acuerdo entre el municipio y el proveedor, la posibilidad técnica de cruce a través del río Luján existe, y luego se realizaría una distribución por cañerías maestras que irían por el Luján, por el Carapachay y por el Sarmiento. Esto implica un costo bastante importante de cañerías maestras y derivadas de distribución, y por supuesto hay un costo de operación que exige asumir una tarifa. La tarifa aquí presentada está dentro de los estándares de AySA para el abastecimiento de agua medida.
Descripción:
El proceso de tratamiento de agua convencional es sedimentación, coagulación, floculación, filtración y desinfección. La floculación es el proceso químico mediante el cual, con la ayuda de aditivos denominados floculantes, se aglutinan las sustancias turbias presentes en el agua, facilitando de esta forma su decantación y posterior filtrado y desinfección. El servicio de red de agua potable no cubre en la actualidad al Delta y no se planea para el futuro cercano. Este criterio responde a que la población permanente de las islas es escasa y dispersa y a que existen claras limitaciones físicas relacionadas con la instalación. Para este proyecto se consideró un diseño de suministro de agua centralizado sólo para la población de Delta de Tigre situada cerca del continente.
Ventajas y desventajas:
El servicio incrementado del agua de la red en el Tigre podría cubrir toda la demanda de agua para uso doméstico (bebida, cocción de alimentos, lavado, higiene personal y limpieza) de los isleños localizados próximos al continente. Se lograría la satisfacción de las normas de calidad del agua potable y el control continuo. Su desventaja es el costo de inversión y las dificultades técnicas para una cobertura total en las islas. Esta tecnología no requiere de tiempo de operación y de mantenimiento por parte de los usuarios.
Costos: (1723 viviendas con una Pob.: 5135 y 40 instituciones): de instalación (tuberías y conexiones): $2198700, Operación y mantenimiento: (incluye tarifa $0,36/m3): $29300/año.





La importancia del mantenimiento
Antes de cerrar su exposición, Oscar recalcó la importancia de las tareas de mantenimiento. Esto vale tanto a gran escala como en pequeña escala. Lo que sucede es que en las alternativas centralizadas, quien está en el rol de provisión de agua de red se halla a cargo de todo este proceso de mantenimiento, rutinas de control periódico, mediciones, etc., mientras que en las formas descentralizadas la responsabilidad del mantenimiento recae sobre el usuario de la vivienda (o de la institución). Como comentario incidental, Natale recalca que en general, respecto de las tecnologías a escala hogareña, vio en el Delta cierto descuido en el área de mantenimiento, que es vital para garantizar la seguridad de cada una de las opciones mencionadas, incluso la de los bidones.

Dudas y debate sobre las tecnologías de potabilización presentadas
 - Según un material que leí, hay que tener cuidado porque el sulfato de aluminio decanta bastantes sustancias residuales pero no logra extraerlas mediante coagulación (ya sea química como eléctrica). Por eso se utiliza lo que se conoce como caolín, para filtrar metales pesados.
- ¿Qué es lo que uno hace cuando coagula? A través de neutralizar la carga eléctrica de los coloides, o sea, lo que le da la turbidez al agua, se permite que eso sedimente. Pero todo es relativo a la naturaleza de los coloides presentes en el agua. El tema más serio con relación a asegurar una buena coagulación es que esa turbidez puede tener metales, puede tener residuos orgánicos, pero lo central es la presencia concentrada de bacterias. Esto es lo más relevante de esta etapa del tratamiento: sacarle una cantidad importante de bacterias. Sobre el tema de la concentración muy alta de metales, que según las mediciones que hemos hecho en el Delta se mueven dentro de parámetros permitidos, si se da eso ya hay que incorporar otro tipo de tratamiento físico-químico además de la coagulación.

- ¿Cómo se mide eso? Porque el agua es cambiante.
- Pero hay condiciones medias, más o menos típicas, en las que se detectan la concentración de ciertos metales en el agua. Por los valores históricos que he visto en el Paraná de las Palmas no se percibe en forma evidente una presencia significativa de metales pesados. En el Luján, por ejemplo, hay algunas muestras que presentan detección de plomo.

- ¿Eso es por la cercanía al continente?
- Generalmente sí. Esas mediciones en general se toman por la zona del río Luján. Pero reitero que se hallan dentro de lo tolerable sin riesgo a la salud. Volviendo al tema de coagulación, algo que me quedó por especificar es que un buen coagulante es el que lleva el agua debajo de los 20 a 10 NTU.

- Perdón por la brutalidad, pero ¿eso es pasar de marrón a transparente?
- El medidor convencional de turbidez es el nefelómetro, que mide la luz dispersada cuando uno proyecta una fuente lumínica sobre un determinado espesor de agua. Lo que hace el coloide es dispersar la luz a noventa grados. Esto es una forma de confirmar que es turbidez, y no material sólido sedimentable. Porque si uno tiene material que no dispersa la luz, lo que hay es reflección, no dispersión de la luz. Lo que mide el equipo es luz dispersada a noventa grados, y esa es la medida convencional de turbidez. No es sólo “el color”.

- Yo tenía entendido que estos productos que sirven para flocular no eran efectivos en cuanto a la remoción de bacterias.
- No, no, todo lo contrario. Pero vamos a decirlo en términos prácticos. Si yo tengo una turbidez alta y no la saco, la posibilidad de que tenga una concentración de bacterias importante es alta. Pero de todos modos, ¿cuál es la etapa final del proceso de potabilización? La desinfección. Porque yo tengo que asegurar en una etapa final que lo que pasó lo elimino con la desinfección. No resuelvo el problema de la potabilización sólo con coagulación o floculación. No. Necesito más. Pero sí necesito una coagulación eficaz. Si no le saco una cantidad importante de turbidez voy a tener problemas.

- En un taller de permacultura pensamos en la posibilidad de utilizar agua del humedal para abastecer a veinticinco familias. Se planteó como posibilidad. ¿Cómo la evalúan ustedes?
- Lo que pasa con el humedal es que requiere de un postratamiento. El humedal es una tecnología eficaz para tratar efluentes, pero no es una tecnología típica para tratar agua potable. Si quieren experimentarla, adelante. Consigan alguien que apoye esa alternativa de investigación. No es una tecnología convencional de potabilización. Con el humedal van a remover cosas. No hay duda. Ahora bien, van a tener que evaluar el grado de eficacia y conveniencia a partir de lo que sale del humedal y el costo de tecnología adicional van a tener que ponerle a esa materia para convertirla en agua potable.

- La composición de agua en el delta es altamente variable. El Carapachay y algunos ríos grandes no tienen una única composición estable de agua. ¿Eso no se tiene en cuenta en estas generalizaciones?
- Eso pasa en todo cuerpo de agua. No es específico del Delta. En cualquier cuerpo de agua que se les ocurra se da la variabilidad. Como el clima, el agua varía. Siempre. Por eso existen los sistemas de monitoreo, para conocer esa variabilidad y cuando uno diseña cualquier tipo de proceso de tratamiento hay ciertos ciertos parámetros de diseño a tener en cuenta. Por ejemplo, se analiza, después de obtener registros importantes durante un período largo, cuánto es el máximo de turbidez, y entonces se decide la concentración de coagulante que hay que administrar. Por decirlo, típicamente una concentración más o menos convencional de sulfato de aluminio es 50 mg/L. Pero a lo mejor, si hay una carga importantísima de turbidez, 50mg/L no son suficientes.

- Acá no veo algo práctico para el hogar. Yo imaginaba algo más factible en casa. Algo económico y práctico. Además, para alguien que está en un zanjón es difícil extraer agua de río para tratarla con estas plantas compactas.
- Y sí. El mundo es complejo y difícil. Pero además de pensar en alternativas hogareñas hay que contemplar unidades institucionales mayores, donde “lo práctico” y “lo económico” son relativos a la cantidad de personas a las que se aplican las tecnologías. Y las plantas compactas se piensan para necesidades superiores a las de una familia.

- Se dice que en el Delta no hay condiciones de insolación para destilar el agua.
- Pero acá no presentamos la destilación. Hablamos de SODIS, y en el Delta hay condiciones solares perfectamente adecuadas para implementar SODIS. La destilación entra como alternativa de la ósmosis inversa. ¿Cuándo usted destila? Para desalinizar. Pero esto tiene un costo de energía importante. Acá no hablamos de destilación porque para desalinizar la ósmosis inversa sigue siendo más barata que la destilación.

- Pero la ósmosis inversa sin ciertos añadidos no logra capturar el arsénico, que por ejemplo en la zona del Gallo Fiambre es elevadísimo. Antes y después hay que clorarla.
- El tema del arsénico es variable. En algunos lugares es muy alto y en otros hay valores bastante razonables. Vale la consideración de alertar antes de meterse en sistema de ósmosis inversa con agua subterránea. Hay que ver el nivel de base de arsénico en agua subterránea. Tomando estas medidas se prevé si la ósmosis inversa sólo va a sacar sales o va a trabajar también sacando arsénico. Eso se puede hacer. Y además, en última instancia, la ósmosis inversa siempre exige un pre-tratamiento.

- ¿Es verdaderamente factible la conexión a la red de agua potable de Tigre?
- Existe la posibilidad técnica de tender una cañería de la red continental, pero el tema más crítico de esto es que se dirige sólo a una parte de la población. Para los habitantes próximos al continente es una alternativa viable y razonable, pero para los que están lejos y dispersos, esto no pasa como algo razonable desde el punto de vista de la implementación y de la ingeniería. Todo es posible, pero si tengo que llegar con una red hasta el Paraná de las Palmas y hacer esa obra para abastecer 100 viviendas dispersas, pasando por arriba y debajo del canal, bombeo, etc., los costos no se vuelven razonables.

- Yo no entiendo por qué nos sacan el agua del Paraná de las Palmas para abastecer a dos millones de usuarios en el continente y nosotros no tenemos posibilidades de tener agua potable de la red. Yo quiero descentralización, y que los isleños tomemos nuestras propias decisiones al respecto, pero a veces el asunto es más complejo. No todos tienen acceso ni voluntad de implementar estas tecnologías. Y con el agua de red yo tengo la certificación de que viene probada por el organismo de provisión que en este caso es AySA.
- Pero sobre la conexión de agua de red, yo me pregunto sobre el impacto de la destrucción ambiental del tendido de las cañerías, el bombeo, etc.
- Para descomprimir el planteo del impacto, creo que para servicios como agua o saneamiento, en un balance los beneficios son superiores a los costos. Pero nuevamente, el problema de fondo de agua y cloacas centralizadas es quiénes pueden acceder a ese servicio. Por una razón de tendido, distribución, etc., sólo la podrían usar aquellos que están próximos al continente. Con una población dispersa como en el Delta el criterio debe ser distinto al de una ciudad centralizada. Se trata de encontrar la combinación más apta para cada caso, y no de aspirar a un único sistema que me resuelva todo sin tener que pagar ningún costo.

 [Fuente: Revista Isleña]