La ONG ambientalista IIED-América Latina y el
Instituto Nacional del Agua (INA) llevaron adelante en 2011 el Taller “Desafíos
ambientales y propuestas innovadoras para la gestión del agua en las islas del
Municipio de Tigre”. Lo que sigue es una crónica de lo que sucedió en tal
encuentro.
Introducción
Convencidos de que los territorios se piensan,
se crean y se recrean colectivamente y de que sólo con la participación de
quienes viven y sueñan su ambiente se podrán alcanzar las mejores realidades,
se realizó en Tigre un taller sobre potabilización del agua en las islas del
Delta. Los objetivos del encuentro fueron dialogar con vecinos y actores sociales
preocupados por el presente y futuro de las islas de Tigre, conocer e
incorporar sus inquietudes y saberes (teóricos, prácticos y metodológicos),
propiciar una reflexión conjunta y generar nuevas ideas orientadas a la solución
de los problemas ambientales que aquejan a los habitantes isleños.
Ronda
de Presentaciones
Se abrió la ronda de presentaciones de
asistentes y organizadores. Entre los vecinos y actores sociales que
asistieron, cada uno a su modo involucrados en ciertos saberes y prácticas al
respecto, se insistió en lo difícil que es tomar conciencia de la cuestión del
agua: hay muchos isleños e isleñas que no le prestan importancia al asunto. Gustavo Pandiella, de la organización IIED, expuso las
coordenadas del proyecto: “nosotros trabajamos en el IIED-América Latina, es una
ONG con poca gente pero que trabaja en temas ambientales desde hace más de
treinta años. Les cuento que estamos co-ejecutando junto al INA (Instituto
Nacional del Agua) un proyecto que se llama VIVACE (Servicios
vitales y viables para el manejo de recursos naturales en America Latina), que
comenzó en 2009 y que se centra sobre la gestión de los recursos ambientales ante
todo en agua potable, saneamiento y residuos. Este proyecto, financiado por la
Comunidad Europea, desarrolló estudios de caso para Latinoamérica no sólo en
Argentina sino también en Mexico, en la zona de Xochimilco, zona lacustre al
sur de Mexico DF con características similares al Delta. Este estudio en Mexico
lo está llevando a cabo el IMTA (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua).
Las contrapartes europeas en juego son instituciones relacionadas con las
tecnologías del agua procedentes de Austria, Holanda e Italia”. Según Gustavo,
“para el
proyecto podíamos elegir cualquier área periurbana de Argentina, y elegimos el
Delta porque nos pareció que era un lugar con desafíos apremiantes en torno de
la gestión de proyectos ambientales tales como los que nos interesan y era una
zona donde no había tanto trabajo hecho en este sentido”.
Exposición
de tecnologías disponibles
Acto seguido, Oscar Natale del INA
procedió a presentar las diversas tecnologías convencionales para la
potabilización del agua, antes de pasar a discutir entre todos las dudas y los
problemas de la puesta en práctica en el Delta. Más allá de que el interés
primordial de los isleños sea hoy asegurar su abastecimiento de agua potable,
el proyecto contempla darle tanta prioridad al tema de tratamiento del agua
como al saneamiento. Pero sobre la búsqueda de alternativas para resolver el tema
del saneamiento a partir de las condiciones del delta nos ocuparemos en otro
número de esta revista.
Entre las tecnologías de
tratamiento del agua que se pasan a detallar, no sólo se contemplan
alternativas en uso, sino también algunas otras que no están siendo
implementadas y que podrían proponerse como posibilidades. En todas ellas hay
una descripción, una lista de ventajas y desventajas y una presunción general
de los costos asociados a cada una. En el proyecto hemos hecho también una
consideración de tres escenarios futuros de lo que podría ser la evolución del
delta, y para esos escenarios se trata de proponer cuáles serían las
tecnologías más recomendables para cada caso.
T1) Cosecha
de agua de lluvia
Descripción:
Consiste en la captura de
las precipitaciones en los tejados de las casas y edificios y en el transporte posterior
a una unidad de almacenamiento (tanque o cisterna). Esta agua de lluvia
recolectada debe ser filtrada y desinfectada con cloro o radiación solar antes
de que se pueda utilizar como agua potable. Esta tecnología, combinada con la
desinfección mediante radiación solar (SODIS) (T2) se puede emplear para
proporcionar agua potable de muy bajo costo ya que sólo requiere una instalación
inicial y no exige consumo de energía para bombeo de agua del río. Casi no se
utiliza en el Delta.
Ventajas/desventajas:
Una ventaja es
la alta calidad físico-química del agua de lluvia en las zonas periurbanas como
Delta-Tigre, sin embargo esta fiabilidad de la tecnología depende de las
condiciones de la construcción de viviendas y su mantenimiento. Presenta la
desventaja del bajo contenido de sales en el agua de lluvia.
De fácil
mantenimiento, la demanda de tiempo, sobre todo para las familias más alejadas
del continente, es menor al del transporte de pequeña cantidad de agua
directamente desde tierra firme.
Costo de
instalación: Para casas con 3
personas y 13 L/capita al día: $3821. Tiempo de mantenimiento: limpieza tanque
de almacenamiento (6h/año); limpieza de techo (2h/año); limpieza de cañerías
(12h/año).
T2) Desinfección de agua por radiación solar
SODIS
Descripción:
Esta
tecnología se piensa en combinación con la anterior. Se trata de embotellar el
agua capturada por precipitaciones y exponerla a los rayos del sol, con un
tiempo variable dependiendo de la época del año, pero en general no menos de
seis a ocho horas, y en algunos casos un poco más. La desinfección solar
(SODIS) es una tecnología de desinfección desarrollada en 1995 por científicos
suizos (EWAG) y ampliamente probada en varios países de América Latina. En la
Argentina, SODIS fue probado con éxito por la Comisión Nacional de Energía
Atómica (CNEA). El agua desinfectada por SODIS (radiación solar de agua
embotellada) debe ser consumida en el día del tratamiento. El SODIS se propone
como una tecnología de desinfección para las aguas recuperadas por cosecha de
lluvia. Por eso requiere que el agua de lluvia sea aceptable para trabajar con
una materia prima no muy contaminada desde un punto de vista bacteriológico. El
único caso que investigamos acá en el Delta fue en una hostería, para uso
personal de los dueños, con resultados razonables.
Ventajas/desventajas:
Esta
tecnología no puede desinfectar grandes volúmenes de agua (la estimación diaria
per cápita de agua potable, para los hogares del Delta se calculó en 13 litros:
3 litros
de agua potable + 10
litros de agua para cocinar). Por otra parte las aguas a
tratar no deben tener alto grado de turbidez. La
turbidez se mide en Unidades Nefelométricas de Turbidez,
o Nefelometric Turbidity Unit (NTU). Para este
método se requiere una turbidez del agua menor a 30 NTU, y por eso no se puede
aplicar a agua de río. La normalización de esta tecnología es difícil,
produciendo variaciones en el rendimiento de desinfección.
Esta
tecnología requiere un mínimo de tiempo para operación y mantenimiento. En este
sentido habrá un aumento en el tiempo disponible para aquellas familias que
suelen transportar agua directamente desde tierra firme.
Costo:
Nulo
T3) Agua potable embotellada
Descripción:
Es la tecnología más frecuentemente usada en el Delta. Es una
alternativa relevante y práctica, sobre todo para aquel que no vive en forma permanente.
Se asume que este ejemplo es conocido. La fuente es la red de agua potable del
Tigre, controlada en forma sistemática por el proveedor del agua a la red, y el
transporte del agua es el bidón que cada uno compra o lleva para cargar, lo
cual implica desde ya que ese bidón esté lo suficientemente limpio. El agua potable de la red de abastecimiento de
agua del continente se embotella (bidones de 20 litros) y es
distribuida por un servicio de barcos a las familias isleñas. Algunos vecinos
llenan sus propios receptores en el continente a partir de una serie de
canillas públicas situadas en la estación fluvial, en los muelles del isleño o en guarderías en
el continente. Este sistema es hoy en día el principal suministro de agua potable
para las familias del Delta.
Ventajas y
desventajas:
El agua de la
red continental de abastecimiento cumple con los estándares del Código
Alimentario, pero hay que considerar las condiciones de higiene de los bidones
que se utilizan para su traslado. El sistema de entrega a domicilio no implica
tiempo sino un costo de $2 por bidón de 20 litros. La recolección
particular demanda tiempo y dinero que dependerá de la mayor o menor distancia
que exista entre los hogares y la fuente de acceso del recurso.
Costo
anual:
Para una casa
con tres personas es de $ 1450 (2 bidones de 20 litros por día).
T4), T5) y T6)
Las opciones
que siguen contemplan no solamente la necesidad de tipo familiar, sino los
requerimientos de escuelas, hosterías, restaurantes que hay en el delta y que
tienen una cantidad de personas que varía entre 20 y 500. Al entrar en el
ámbito de aplicación de estas instituciones aparecen dentro de las propuestas
ya analizadas alternativas más complejas desde el punto de vista tecnológico,
en tanto son plantas de potabilización que requieren una operación y
mantenimiento sistemáticos por parte de técnicos que deben estar disponibles
para tales tareas. De allí que hay no sólo costos de instalación más
importantes, sino costos de mantenimiento de otra magnitud. Algo típico de los
sistemas periurbanos y que está presente en el proyecto, es que en muchos casos
se trata de situaciones descentralizadas. Pero incluso dentro de alternativas
descentralizadas para instituciones, hay cierta necesidad a veces de incorporar
una planta un poquito más importante. Hemos pensado para ello en plantas de
potabilización convencionales pero compactas, que son las que se fabrican en el
continente, se transportan y se instalan.
T4) Agua de río tratada - Planta compacta / Coagulación,
sedimentación, filtración, cloración
Descripción:
Los procesos
involucrados son los convencionales de potabilización, pero se encuentran
montados en una unidad transportable. La complejidad de esta tecnología demanda
ser operada por técnicos capacitados, lo que no permite generalizar su uso en
el hogar y en instituciones pequeñas. Propuesta para instituciones (escuelas y
unidades turísticas) medianas y grandes.
Ventajas /
desventajas:
Alta
disponibilidad y abundancia de agua de río. Esta tecnología proporciona un alto
rendimiento confiable y de calidad del agua tratada. Su mayor desventaja es el
precio de inversión y mantenimiento y sus dimensiones, que necesitan un lugar
considerable. Esta tecnología requiere de personal técnico permanente que se
ocupe de la operación y el mantenimiento.
Costos:
Inversión: $
210.158 (50 m3/día. Pob.: 500), Operación y mantenimiento:
$102.756/año
T5) Agua
del río tratada -
Electro-coagulación, microfiltración y desinfección
Descripción:
Se toma agua
de río y se la trata mediante un proceso de electrocoagulación, que puede ser
definido como la desestabilización de especies químicas suspendidas o disueltas
presentes en una solución, producto de la aplicación de una diferencia de
potencial eléctrico en la solución de agua a tratar. Se
llama “electrocoagulación” porque la corriente eléctrica, a través de la
electrólisis, aporta en este caso el aluminio como coagulante de las turbideces
(llamadas coloides).
En este caso,
se concentra la atención en el componente de coagulación, pero en realidad eso
constituye una etapa del proceso de potabilización convencional, que siempre va
a necesitar de una posterior filtración y va a terminar en una desinfección,
que puede ser química (por cloración) o física (por exposición a rayos
ultravioleta). Pareciera que en el delta existe un desarrollo de estas plantas
que incluye no sólo unidades familiares como también provisión de forma
incipiente a instituciones como las nº 8 y la nº 9. Para esas situaciones hemos
hecho también la evaluación no solo para las que operan a nivel familiar sino también
a nivel institucional como las escuelas. Estas pequeñas plantas de tratamiento
de agua de río de uso familiar e institucional han demostrado ser medianamente
eficaces para reducir la turbidez del agua superficial del Delta de Tigre. La
electro-coagulación, utilizando electrodos de aluminio. es una alternativa al
proceso convencional que emplea coagulantes químicos como el sulfato de
aluminio. El ánodo de aluminio provee el coagulante al producirse la
electrólisis por la acción de la corriente eléctrica.
Existen dos
proveedores de tecnología de electrocoagulación identificados en esta área y
que además brindan un mantenimiento periódico de estas plantas Actualmente, el
agua tratada de río se utiliza para el lavado y para cocinar la comida, pero
esta agua no está aún cubriendo la demanda de agua potable de consumo humano.
Ventajas /
desventajas.
En comparación
con el sistema de coagulación convencional, esta tecnología proporciona una
reducción de químicos (1/10) y menor cantidad de formación de lodos. Esta
tecnología aumenta el tiempo libre del usuario en comparación con el actual
sistema de suministro de agua (recolección de agua embotellada).
Costos:
Para hogares
(Población: 3): Costo de instalación $55472, Operación y mantenimiento:
$8913/año. Para instituciones/escuelas (Población: 40): Costo de instalación: $112800;
Operación y mantenimiento: $ 14817/año.
T6) Agua subterránea tratada: Osmosis Inversa
Descripción:
Es un
tratamiento de desalinización de agua subterránea. El agua subterránea en el
Delta es salobre, dentro de un rango de salinidad de 5000-1000 mg /L, de manera
que, a efectos de ser utilizada como una fuente de agua potable, debe ser desalinizada.
La ósmosis inversa se basa en el proceso de ósmosis que es un fenómeno natural
por el cual dos soluciones de diferente concentración salina en contacto a
través de una membrana semi-permeable tienden a igualar sus concentraciones. En
el proceso de ósmosis inversa la solución con mayor concentración salina se
concentra por la eliminación del agua que pasa a través de la membrana debido a
la acción de una presión externa que se opone a la presión osmótica. Algunos
isleños también emplean sistemas de ósmosis inversa como una etapa de
tratamiento final para el agua de rio. De todas maneras, la alternativa
considerada en el proyecto corresponde a una unidad familiar tratando agua
subterránea.
Ventajas /
desventajas:
Esta
tecnología tiene la capacidad de eliminar, además de las sales disueltas en sustancias
tóxicas (metales y compuestos orgánicos), las partículas (pre-tratamiento) y
microorganismos. En el caso del Delta de Tigre, aprovecha las características
estables de calidad de las aguas subterráneas. La operación produce la
eliminación completa del contenido de sales en el agua, lo que requiere el uso
de sal adicional en la comida, a fin de satisfacer necesidades dietéticas
recomendadas para consumo humano.
Costos:
Instalación
familiar (Pob: 3): $48300, Operación y mantenimiento: $4571/año.
T7) Conexión
a la red continental de abastecimiento de agua
A diferencia de las anteriores tecnologías, que se plantean de manera
descentralizada, esta alternativa contempla la centralización. Se trata de la
conexión de un número limitado de los habitantes del Delta a la red de agua de
Tigre. En el marco de esta posibilidad, se proveería a los que están ubicados
próximos al continente, por una cuestión de concentración de población y de
cercanía de la red de Tigre: 1723 viviendas y alrededor de 5135 habitantes,
incluyendo instituciones dentro de la zona de proximidad. La materia prima es
agua tratada que viene de la planta potabilizadora “Paraná de las Palmas”,
sobre el río Luján, que está ahora en expansión. Suponiendo que haya un acuerdo
entre el municipio y el proveedor, la posibilidad técnica de cruce a través del
río Luján existe, y luego se realizaría una distribución por cañerías maestras
que irían por el Luján, por el Carapachay y por el Sarmiento. Esto implica un
costo bastante importante de cañerías maestras y derivadas de distribución, y
por supuesto hay un costo de operación que exige asumir una tarifa. La tarifa
aquí presentada está dentro de los estándares de AySA para el abastecimiento de
agua medida.
Descripción:
El proceso de tratamiento de agua convencional es
sedimentación, coagulación, floculación, filtración y desinfección. La floculación es el proceso químico mediante el cual, con la ayuda
de aditivos denominados floculantes,
se aglutinan las sustancias turbias presentes en el agua, facilitando de esta
forma su decantación y posterior filtrado y desinfección. El servicio de red de agua potable no cubre en la
actualidad al Delta y no se planea para el futuro cercano. Este criterio responde
a que la población permanente de
las islas es escasa y dispersa y a que existen claras limitaciones físicas
relacionadas con la instalación. Para este proyecto se consideró un diseño de
suministro de agua centralizado sólo para
la población de Delta de Tigre situada cerca del continente.
Ventajas y
desventajas:
El servicio
incrementado del agua de la red en el Tigre podría cubrir toda la demanda de agua para uso
doméstico (bebida, cocción de alimentos, lavado, higiene personal y limpieza) de
los isleños localizados próximos al continente. Se lograría la satisfacción de
las normas de calidad del agua potable y el control continuo. Su desventaja es
el costo de inversión y las dificultades técnicas para una cobertura total en las islas. Esta tecnología no
requiere de tiempo de operación y de mantenimiento por parte de los usuarios.
Costos: (1723 viviendas con una Pob.: 5135 y 40 instituciones): de instalación (tuberías y
conexiones): $2198700, Operación y mantenimiento: (incluye tarifa $0,36/m3):
$29300/año.
La importancia del
mantenimiento
Antes de cerrar su exposición, Oscar recalcó la importancia de las
tareas de mantenimiento. Esto vale tanto a gran escala como en pequeña escala.
Lo que sucede es que en las alternativas centralizadas, quien está en el rol de
provisión de agua de red se halla a cargo de todo este proceso de mantenimiento,
rutinas de control periódico, mediciones, etc., mientras que en las formas
descentralizadas la responsabilidad del mantenimiento recae sobre el usuario de
la vivienda (o de la institución). Como comentario incidental, Natale recalca
que en general, respecto de las tecnologías a escala hogareña, vio en el Delta cierto
descuido en el área de mantenimiento, que es vital para garantizar la seguridad
de cada una de las opciones mencionadas, incluso la de los bidones.
Dudas y debate sobre las
tecnologías de potabilización presentadas
- Según un
material que leí, hay que tener cuidado porque el sulfato de aluminio decanta bastantes
sustancias residuales pero no logra extraerlas mediante coagulación (ya sea
química como eléctrica). Por eso se utiliza lo que se conoce como caolín, para
filtrar metales pesados.
- ¿Qué es lo que uno hace cuando coagula? A través de neutralizar la
carga eléctrica de los coloides, o sea, lo que le da la turbidez al agua, se
permite que eso sedimente. Pero todo es relativo a la naturaleza de los
coloides presentes en el agua. El tema más serio con relación a asegurar una
buena coagulación es que esa turbidez puede tener metales, puede tener residuos
orgánicos, pero lo central es la presencia concentrada de bacterias. Esto es lo
más relevante de esta etapa del tratamiento: sacarle una cantidad importante de
bacterias. Sobre el tema de la concentración muy alta de metales, que según las
mediciones que hemos hecho en el Delta se mueven dentro de parámetros
permitidos, si se da eso ya hay que incorporar otro tipo de tratamiento
físico-químico además de la coagulación.
- ¿Cómo se mide eso? Porque el
agua es cambiante.
- Pero hay condiciones medias, más o menos típicas, en las que se
detectan la concentración de ciertos metales en el agua. Por los valores
históricos que he visto en el Paraná de las Palmas no se percibe en forma
evidente una presencia significativa de metales pesados. En el Luján, por
ejemplo, hay algunas muestras que presentan detección de plomo.
- ¿Eso es por la cercanía al
continente?
- Generalmente sí. Esas mediciones en general se toman por la zona del
río Luján. Pero reitero que se hallan dentro de lo tolerable sin riesgo a la
salud. Volviendo al tema de coagulación, algo que me quedó por especificar es
que un buen coagulante es el que lleva el agua debajo de los 20 a 10 NTU.
- Perdón por la brutalidad, pero ¿eso
es pasar de marrón a transparente?
- El medidor convencional de turbidez es el nefelómetro, que mide la luz
dispersada cuando uno proyecta una fuente lumínica sobre un determinado espesor
de agua. Lo que hace el coloide es dispersar la luz a noventa grados. Esto es
una forma de confirmar que es turbidez, y no material sólido sedimentable.
Porque si uno tiene material que no dispersa la luz, lo que hay es reflección, no dispersión de la luz. Lo que mide el equipo es luz dispersada a
noventa grados, y esa es la medida convencional de turbidez. No es sólo “el
color”.
- Yo tenía entendido que estos
productos que sirven para flocular no eran efectivos en cuanto a la remoción de
bacterias.
- No, no, todo lo contrario. Pero vamos a decirlo en términos prácticos.
Si yo tengo una turbidez alta y no la saco, la posibilidad de que tenga una
concentración de bacterias importante es alta. Pero de todos modos, ¿cuál es la
etapa final del proceso de potabilización? La desinfección. Porque yo tengo que
asegurar en una etapa final que lo que pasó lo elimino con la desinfección. No
resuelvo el problema de la potabilización sólo con coagulación o floculación.
No. Necesito más. Pero sí necesito una coagulación eficaz. Si no le saco una
cantidad importante de turbidez voy a tener problemas.
- En un taller de permacultura pensamos
en la posibilidad de utilizar agua del humedal para abastecer a veinticinco familias.
Se planteó como posibilidad. ¿Cómo la evalúan ustedes?
- Lo que pasa con el humedal es que requiere de un postratamiento. El
humedal es una tecnología eficaz para tratar efluentes, pero no es una
tecnología típica para tratar agua potable. Si quieren experimentarla,
adelante. Consigan alguien que apoye esa alternativa de investigación. No es
una tecnología convencional de potabilización. Con el humedal van a remover
cosas. No hay duda. Ahora bien, van a tener que evaluar el grado de eficacia y
conveniencia a partir de lo que sale del humedal y el costo de tecnología
adicional van a tener que ponerle a esa materia para convertirla en agua
potable.
- La composición de agua
en el delta es altamente variable. El Carapachay y algunos ríos grandes no
tienen una única composición estable de agua. ¿Eso no se tiene en cuenta en
estas generalizaciones?
- Eso pasa en todo cuerpo de agua. No es específico del Delta. En cualquier
cuerpo de agua que se les ocurra se da la variabilidad. Como el clima, el agua
varía. Siempre. Por eso existen los sistemas de monitoreo, para conocer esa
variabilidad y cuando uno diseña cualquier tipo de proceso de tratamiento hay
ciertos ciertos parámetros de diseño a tener en cuenta. Por ejemplo, se
analiza, después de obtener registros importantes durante un período largo,
cuánto es el máximo de turbidez, y entonces se decide la concentración de
coagulante que hay que administrar. Por decirlo, típicamente una concentración
más o menos convencional de sulfato de aluminio es 50 mg/L. Pero a lo mejor, si
hay una carga importantísima de turbidez, 50mg/L no son suficientes.
- Acá no veo algo práctico para el
hogar. Yo imaginaba algo más factible en casa. Algo económico y práctico.
Además, para alguien que está en un zanjón es difícil extraer agua de río para
tratarla con estas plantas compactas.
- Y sí. El mundo es complejo y difícil. Pero además de pensar en
alternativas hogareñas hay que contemplar unidades institucionales mayores,
donde “lo práctico” y “lo económico” son relativos a la cantidad de personas a
las que se aplican las tecnologías. Y las plantas compactas se piensan para
necesidades superiores a las de una familia.
- Se dice que en el Delta
no hay condiciones de insolación para destilar el agua.
- Pero acá no presentamos la destilación. Hablamos de SODIS, y en el
Delta hay condiciones solares perfectamente adecuadas para implementar SODIS.
La destilación entra como alternativa de la ósmosis inversa. ¿Cuándo usted
destila? Para desalinizar. Pero esto tiene un costo de energía importante. Acá
no hablamos de destilación porque para desalinizar la ósmosis inversa sigue
siendo más barata que la destilación.
- Pero la ósmosis inversa sin ciertos
añadidos no logra capturar el arsénico, que por ejemplo en la zona del Gallo
Fiambre es elevadísimo. Antes y
después hay que clorarla.
- El tema del arsénico es variable. En algunos lugares es muy alto y en
otros hay valores bastante razonables. Vale la consideración de alertar antes
de meterse en sistema de ósmosis inversa con agua subterránea. Hay que ver el
nivel de base de arsénico en agua subterránea. Tomando estas medidas se prevé si
la ósmosis inversa sólo va a sacar sales o va a trabajar también sacando
arsénico. Eso se puede hacer. Y además, en última instancia, la ósmosis inversa
siempre exige un pre-tratamiento.
- ¿Es verdaderamente factible la
conexión a la red de agua potable de Tigre?
- Existe la posibilidad técnica de tender una cañería de la red
continental, pero el tema más crítico de esto es que se dirige sólo a una parte
de la población. Para los habitantes próximos al continente es una alternativa
viable y razonable, pero para los que están lejos y dispersos, esto no pasa
como algo razonable desde el punto de vista de la implementación y de la
ingeniería. Todo es posible, pero si tengo que llegar con una red hasta el
Paraná de las Palmas y hacer esa obra para abastecer 100 viviendas dispersas, pasando
por arriba y debajo del canal, bombeo, etc., los costos no se vuelven
razonables.
- Yo no entiendo por qué
nos sacan el agua del Paraná de las Palmas para abastecer a dos millones de
usuarios en el continente y nosotros no tenemos posibilidades de tener agua
potable de la red. Yo quiero descentralización, y que los isleños tomemos
nuestras propias decisiones al respecto, pero a veces el asunto es más
complejo. No todos tienen acceso ni voluntad de implementar estas tecnologías. Y
con el agua de red yo tengo la certificación de que viene probada por el
organismo de provisión que en este caso es AySA.
- Pero sobre la conexión
de agua de red, yo me pregunto sobre el impacto de la destrucción ambiental del
tendido de las cañerías, el bombeo, etc.
- Para descomprimir el planteo del impacto, creo que para servicios como
agua o saneamiento, en un balance los beneficios son superiores a los costos.
Pero nuevamente, el problema de fondo de agua y cloacas centralizadas es
quiénes pueden acceder a ese servicio. Por una razón de tendido, distribución, etc.,
sólo la podrían usar aquellos que están próximos al continente. Con una
población dispersa como en el Delta el criterio debe ser distinto al de una
ciudad centralizada. Se trata de encontrar la combinación más apta para cada
caso, y no de aspirar a un único sistema que me resuelva todo sin tener que
pagar ningún costo.
[Fuente: Revista Isleña]