2 de septiembre de 2010

Alonso de Santa Cruz, cartógrafo del Delta



Realmente valiosas son las cartas (mapas) que componen el Islario General de Alonso de Santa Cruz. Por primera vez se utilizó el papel y se abandonó el pergamino como sorporte para la cartografía universal, dando las bases teóricas para el avance en el diseño y contrucción de las mismas, con una estética muy lograda (verdaderas pinturas), e información completa para la época.

En el siguiente mapa de Améica del Sur, se destacan de norte a sur las Provincias de Nueva Andalucía, Perú, Nueva Toledo, Río la Plata y del Estrecho de Magallanes.
En la Provincia del Río de la Plata, se destaca la representación de la geografía de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay.


Detalle de la Provincia del Río de la Plata, donde se observa la representación del Fuerte Sancti Spiritus (remarcada), donde Alonso de Santa Cruz vivió durante más de dos años, sobreviviendo al ataque que lo destruyó. También la designación de EL GRAN RIO PARANA, con sus innumerable islas.

Alonso de Santa Cruz (junto con Diego de Ribero) fue uno de los primeros que atribuyó a los territorios de España -nuestros territorios por herencia- un minúsculo punto en su mapa de 1541, que representa las irredentas islas Malvinas (islas Sanson). Lo fijó en su “Islario General” al oriente del puerto de San Julián y a la altura del paralelo 51.




Alonso de Santa Cruz formó parte de la expedición de Sebastián Gaboto como tesorero y tenedor de libros siendo un joven de 21 años. Vivió casi los 823 días de existencia del fuerte Sancti Spiritus en una de las veinte viviendas d la población en torno al fuerte. Conoció en persona las costumbres de los aborígenes, la geografía, la fauna y flora de la región de los grandes ríos. Lo que hacen más valiosos sus aportes cartográficos y descriptivos de la región reflejados en su obra magna, el Islario General, escrita es España en su madurez.
De la cuarta y última parte del mismo, dedicada al Nuevo Mundo se destacan tres valiosísimos mapas y la relación referida a la región (manuscrito).

Antes de entrar en el Río de la Plata hay cuatro o cinco isletas las cuales van puestas, levante aponiente, unas en pos de otras, apartadas por una y media legua, que se llaman islas de Rodrigo Alvarez, por las heber descubierto un Piloto que con nosotros llevabamos dicho así; al Austro de estas hay otras dichas de Cristobal Jacques, que era un portugués llamado así que las descubrió veniendo a este río por Capitán de un carabela desde la costa del Brasil, a fama del oro que decía haber en él; junto al cabo de Santa María, ques a la entrada del río, está una isla dicha de los Lobos, por haber en ella muchos lobos marinos; es isla desierta y sin agua; dentro del Río de la Plata hay gran número de islas grandes y pequeñas, todas las más despobladas por ser bajas y cada año cúbrelas en río en las avenidas que trae, aunque en los veranos algunas de éstas se habitan por causa de las sementeras que en ellas tienen los indios, y muchas pesquerías demuy grandes y buenos pescados; son todas de mucha arboleda, aunque loss árboles de poco provecho, porque ni son para el fuego y para chozas que los indios hacen, para otras cosa no son; hay muchas palmas grandes y pequeñas; en algunas de estas islas hay onzasy tigres que pasan del continente a ellas y muchos venados y puercos de agua, aunque no de tan buen sabor como los de España; hay muchos ánades, muchas garzas, que hay islas de tres y cuatro leguas de largo y más de una de ancho que los árboles están llenos de ellas, muchos papagayos que van de pasada; péscase alrededor de ellas muchos y diversos pescados y los mejores que hay en mundo, que creo yo provenir de la bondad del agua que es aventajada a todas las que yo he visto; el más común que se pesca en él, de que hay más cantidad, es uno que llaman quimibataes que son como sábalos en España y más sanos y de mejor sabor. Hay otros piraines que son muchos más grandes, y bogas y rayas y otras a maneras de salmones y otros pequeños de extremedo sabor, los cuales guardan los indios para el invierno sin los salar porque no alcanzan sal, sino abrirlos por medio a la larga y poníndolos al sol hasta que estén secos y cuélganlos en unas casas y después al humo, donde se tornan acurtir más y de esta manera los tienen de un año para otro, y lo mismo hacen de la carne. Tienen mucho maíz, no se dan en las islas ni continente yucas ni ages ni batatas por ser del tierra fría, sino es más de doscientas leguas de la boca del río, que torna a volver en altura la provincia de los Patos, donde se cría todo lo sobredicho. Es este río uno de los mayores y mejores del mundo y según información de los indios viene de muy lejos, aunque por lo que vimos lo podemos afirmar, porque de boca tiene treinta leguas y se va disminuyendo hasta catorce.Entran en este río muchos otros y entre ellos uno muy grande dicho Uruguay, el cual tiebe muchas islas aunque deshabitadas y pequeñas, porque el río principal que los indios llaman Paraná, que quiere decir mar grande, tiene las islas mucho mayores, porque las hay de a tres y cuatro y seis y doce leguas de largo y doy y tres y más de ancho. Algunas tienen nombres de los mayorales e indios que siembran en ellas. Tiene el río Paraná de ancho hasta siete y cinco y tres leguas, y el de Uruguay dos y una y media. Está la boca de este río de la Plata desde treinta e cinco a treinta e siete grados, pero pasadas cien leguas de él torna a volver al norte por más de doscientas, de la cuales nosotros subimos por él más de las ciento y tuvimos legua que había más otras tantas hasta su origen y nacimiento. (Alonso de Santa Cruz. Islas junto a la provincia del Río de la Plata).



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