Las islas de Las Lechiguanas son un archipiélago fluvial del delta del
río Paraná. Forman parte del departamento de Gualeguay en el Sur de la
provincia de Entre Ríos, en el límite con Buenos Aires.
Este grupo insular comienza frente a la ciudad de San Nicolás de los Arroyos y está delimitado por el río Paraná.
Debido a que las islas se han formado en una planicie fluvial por la exposición permanente de sedimentos trasladados por el río Paraná, su tamaño y forma fluctúa constantemente, dependiendo también de las variaciones estacionales.
Es un lugar con escasa población estable, atravesado por arroyos y esteros y es utilizado en gran parte para la cría de ganado.
Entre los brazos internos se hallan los arroyos del Tala, Lobitos, Tigre, de los Lobos y Francés.
Esta zona se caracteriza por su gran belleza natural y por su suelo húmedo arcilloso.
La fauna es muy rica, con animales totalmente silvestres, como por ejemplo, nutrias, carpinchos, gato montés, lobito, zorros y comadrejas, entre otros.
En cuanto a las aves se pueden ver gansos, garzas, cigüeñas, variedad de patos, gallaretas, chajá, caranchos, gaviotas, halcones, etc...
Los pájaros son la compañía de los visitantes durante su estadía en la isla, ya que se pueden encontrar de una gran variedad.
El que está interesado en la pesca está isla ofrece bogas, truchas, armados, surubí, carpas en época de invierno y en verano se pueden pescar hermosos ejemplares de dorados.
Para visitar
Para los amantes de la investigación, El Cerro es una zona que resulta algo complicada para ir sin un guía. Se puede llegar en canoa o caminando. En este lugar hay un cementerio indígena, posiblemente perteneciente a los Chana, en donde se han encontrado restos de esta civilización, la que ha dejado rastros de su asentamiento en Las Lechiguanas.
La Boca del Gualeguay es interesante para visitar. Se encuentra ubicada sobre el río Paraná. Este curso de agua atraviesa la provincia y la divide en dos partes, a través de 470 kilómetros de extensión, lo cual determina la división del río Pavón al Norte y Paraná Ibicuy al Sur. Este hermoso lugar se encuentra a sólo 45 kilómetros de la ciudad de Entre Ríos y para trasladarse a las islas Lechiguanas se sale de Puerto Ruiz, en lancha.
Es increíble que tan cerca de la ciudad de Buenos Aires pueda existir un paisaje tan exótico como el del Delta del río Paraná.
Ríos y arroyos de tonos amarronados viborean entre islas con densa vegetación de ceibos, juncos, cañas, sauces, álamos y frutales.
Un paseo fluvial por sus recovecos es una experiencia más que recomendable.
En las distintas islas hay recreos para pasar el día o alojarse, además de restaurantes y complejos de cabañas, muchos de ellos con playas de arena y amarras para las lanchas particulares.
Para navegar el delta hay varias opciones, se pueden abordar catamaranes de paseo, lanchas taxi o lanchas colectivas, que hacen distintos recorridos.
En los ríos principales, Sarmiento y Capitán, el tránsito de embarcaciones es intenso: lanchas almacén que transportan mercadería para los isleños, veleros, yates, botes de pescadores, lanchas colectivas, kayacs y pequeñas canoas transitan por las aguas.
En la costa de las verdes islas se pueden apreciar las típicas casas con pilotes, algunas centenarias, otras más actuales.
Sobre el río Sarmiento se puede ver una enorme caja de vidrio que protege una casa de madera. Es el Museo Sarmiento, a salvo de las inclemencias del tiempo. Desde 1860 y durante más de 30 años, Domingo Faustino Sarmiento utilizó esta casa para descansar, escribir e interiorizarse sobre las necesidades del lugar y de los vecinos.
Desde 1966 es Monumento Histórico Nacional y actualmente funciona como museo y biblioteca Leopoldo Lugones, otro escritor que gustaba del Delta.
El Delta del Paraná puede definirse como un macromosaico de islas de diferentes características, rodeadas de sus amarronadas aguas y su variedad de flora.
Debido a que las islas se han formado en una planicie fluvial por la exposición permanente de sedimentos trasladados por el río Paraná, su tamaño y forma fluctúa constantemente, dependiendo también de las variaciones estacionales.
Es un lugar con escasa población estable, atravesado por arroyos y esteros y es utilizado en gran parte para la cría de ganado.
Entre los brazos internos se hallan los arroyos del Tala, Lobitos, Tigre, de los Lobos y Francés.
Esta zona se caracteriza por su gran belleza natural y por su suelo húmedo arcilloso.
La fauna es muy rica, con animales totalmente silvestres, como por ejemplo, nutrias, carpinchos, gato montés, lobito, zorros y comadrejas, entre otros.
En cuanto a las aves se pueden ver gansos, garzas, cigüeñas, variedad de patos, gallaretas, chajá, caranchos, gaviotas, halcones, etc...
Los pájaros son la compañía de los visitantes durante su estadía en la isla, ya que se pueden encontrar de una gran variedad.
El que está interesado en la pesca está isla ofrece bogas, truchas, armados, surubí, carpas en época de invierno y en verano se pueden pescar hermosos ejemplares de dorados.
Para visitar
Para los amantes de la investigación, El Cerro es una zona que resulta algo complicada para ir sin un guía. Se puede llegar en canoa o caminando. En este lugar hay un cementerio indígena, posiblemente perteneciente a los Chana, en donde se han encontrado restos de esta civilización, la que ha dejado rastros de su asentamiento en Las Lechiguanas.
La Boca del Gualeguay es interesante para visitar. Se encuentra ubicada sobre el río Paraná. Este curso de agua atraviesa la provincia y la divide en dos partes, a través de 470 kilómetros de extensión, lo cual determina la división del río Pavón al Norte y Paraná Ibicuy al Sur. Este hermoso lugar se encuentra a sólo 45 kilómetros de la ciudad de Entre Ríos y para trasladarse a las islas Lechiguanas se sale de Puerto Ruiz, en lancha.
Es increíble que tan cerca de la ciudad de Buenos Aires pueda existir un paisaje tan exótico como el del Delta del río Paraná.
Ríos y arroyos de tonos amarronados viborean entre islas con densa vegetación de ceibos, juncos, cañas, sauces, álamos y frutales.
Un paseo fluvial por sus recovecos es una experiencia más que recomendable.
En las distintas islas hay recreos para pasar el día o alojarse, además de restaurantes y complejos de cabañas, muchos de ellos con playas de arena y amarras para las lanchas particulares.
Para navegar el delta hay varias opciones, se pueden abordar catamaranes de paseo, lanchas taxi o lanchas colectivas, que hacen distintos recorridos.
En los ríos principales, Sarmiento y Capitán, el tránsito de embarcaciones es intenso: lanchas almacén que transportan mercadería para los isleños, veleros, yates, botes de pescadores, lanchas colectivas, kayacs y pequeñas canoas transitan por las aguas.
En la costa de las verdes islas se pueden apreciar las típicas casas con pilotes, algunas centenarias, otras más actuales.
Sobre el río Sarmiento se puede ver una enorme caja de vidrio que protege una casa de madera. Es el Museo Sarmiento, a salvo de las inclemencias del tiempo. Desde 1860 y durante más de 30 años, Domingo Faustino Sarmiento utilizó esta casa para descansar, escribir e interiorizarse sobre las necesidades del lugar y de los vecinos.
Desde 1966 es Monumento Histórico Nacional y actualmente funciona como museo y biblioteca Leopoldo Lugones, otro escritor que gustaba del Delta.
El Delta del Paraná puede definirse como un macromosaico de islas de diferentes características, rodeadas de sus amarronadas aguas y su variedad de flora.
[fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario