Otra visión para el Delta del Tigre
El film
del director, guionista y compositor Santiago Otheguy, argentino radicado en
París, fue celebrado por el periódico especializado Variety.
“Una bellísima fotografía en blanco y negro y
Cinemascope logra expresar el aislamiento y la nostalgia con que el director y
guionista Santiago Otheguy visualiza las distancias entre sus personajes.” El
elogio del periódico especializado Variety –uno de los más influyentes en el
mundo del cine– es para La León, la primera de las tres películas argentinas
que desembarcó en la Berlinale. Para hoy está prevista la presentación en
competencia oficial de El otro, segundo largometraje de Ariel Rotter (ver
aparte), y a partir de mañana llega Extranjera, de Inés de Oliveira Cézar, que
participa del Forum del Cine Joven. Pero por ahora el film de Otheguy, que
integra Panorama, la sección oficial no competitiva, se lleva los primeros
aplausos.
El
crítico Jay Weissberg, de Variety, encuentra “admirable la contención con que
el director presenta la tensión creciente entre sus personajes” y destaca que
“lo más notable es la fotografía en Alta Definición de Paula Grandío, ejemplar
y siempre cautivante”. En verdad, lo primero que se impone en la opera prima de
Otheguy –33 años, compositor a la par de cineasta, actualmente radicado en
París– es su espléndida concepción visual, que logra mirar de manera nueva,
diferente, el espacio de las islas más profundas del Delta del Tigre. Allí, en
ese laberinto de corrientes y bañados, no demasiado lejos de la civilización,
pero lo suficientemente apartado como para estar regido por sus propias normas,
vive y trabaja Alvaro, un islero aún más parco y solitario que lo que le pide
el paisaje. “Nunca se le vio una mujer” es el comentario susurrado y malicioso
de los lugareños, particularmente de El Turu, un botero que al timón de su
lancha “La León”, la única que abastece la zona, se ha erigido en algo así como
el puntero del barrio, decidido a ordenar ese pequeño mundo a su antojo.
Inexorablemente, ambos personajes irán enfrentándose poco a poco, de manera
tácita, sorda, en lo que el film plantea como una lucha de pulsiones a la vez
sociales y sexuales.
Uno de
los méritos de La León –que llegó a Berlín bajo el paraguas de la poderosa
distribuidora internacional MK2, de Marin Karmitz, quien habitualmente produce
los films de Claude Chabrol y Abbas Kiarostami– está también en su elenco:
Jorge Román (el protagonista de El bonaerense) y Daniel Valenzuela (quien desde
Mala época ha venido acompañando a todo el nuevo cine argentino, desde Mundo
grúa hasta Crónica de una fuga, pasando por La ciénaga) parecen irremplazables
como Alvaro y El Turu. Son dos hombres en pugna, librados a sus propias fuerzas
en una naturaleza que recuerda mucho a la que planteaba Haroldo Conti en su
novela Sudeste: unas corrientes ocultas que determinan las acciones de sus
personajes.
[Pagina 12, http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-5378-2007-02-13.html]
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